1 feb 2014

¿Será esto una trampa? ¿Una elaborada conspiración para lograr una meta absurda? Qué importa. Siempre lo supe. Y la verdad... mi verdad es que no me importa... no me importa caer intencionalmente en tu trampa. Es un pequeño sacrificio para un bien mayor. Un bien compartido. Tu corazón atormentado necesita una víctima a la cual retribuir sus traumas. Yo necesito un verdugo que me fortalezca terminalmente. Ambos saldremos ganando de este negocio. Será nuestro proyecto. A pesar de tu impresionante mediocridad y tu dedicada negligencia prometo que haré mi mejor esfuerzo. Ya verás que esta destructiva empresa nos dará los resultados esperados y más, mucho más...
Error fatal es un título exagerado para describir algo que ya ha sido realizado por todos. Supongo que no es tan malo después de todo... Es un acto común y corriente, supongo que solo estoy asustado porque nunca antes había intentando nada similar... debe ser eso, ansiedad ante una nueva experiencia. Sin embargo no se siente del todo bien, nada de esto es como lo imaginaba ¡Y pensar que me ha costado tanto desprenderme de esos grilletes de inocencia! Me desilusiona y desagrada esta sorpresa. No lo entiendo. La libertad plantea un falso dilema moral. Absurdo. No tiene sentido. Si todos pueden ser felices, debería ser natural que yo también lo sea, ¿no?
Por las noches desciendo a ese lugar, lejano e insalubre como ves, pero francamente, prefiero la paz antes que una salud impecable. De todos modos nos vamos a morir. Lo que me atrae de ese lugar es su reclusión virginal, nadie lo ha reclamado antes de que yo lo descubriera. Eso me encanta, ¿sabes?, todos necesitamos un lugar al que podamos escapar, un lugar que podamos reclamar como propio cuando lo hemos perdido todo, por eso vengo aquí. El calor de la ciudad muerto, barato y vacío no me abriga, me ofende. No es natural. Por eso salgo de la cómoda prisión urbana y me dirijo a mi lúgubre y nauseabundo escondite para buscar la compañía de la noche y sentir calor vedadero en el frío mientras dejo que la caricia de la brisa crepuscular voltee mi piel hacia fuera como quien voltea una camisa para quitársela... Con alma desnuda y manos perversas dejo mi rastro sobre estas paredes inocentes a manera de advertencia para cualquier audaz forastero que pretenda invadir mi refugio.