22 may 2016

22:05:16

¿Cómo puedes llamar espacio a la separación forzada de dos piezas que deben ir juntas?

¿Acaso eres idiota?
¿No tienes acaso alma?

No es más que egoísmo disfrazado de respeto. Crueldad. Vil crueldad.

Felicidades querido.
Acabas de cometer el único y más grande pecado imperdonable que se puede cometer bajo el sol.

Aunque seas una parte de mí, te odio.
No quiero verte. No quiero olerte.
Eres demasiado desagradable, incluso para mí.

No hay más remedio.
Compartimos el mismo espejo.

Acércate.
Un poco más, quiero que rompas esta jaula de cristal que me obliga a ser tú.
Ya no lo soporto, y tú tampoco, aunque ambos sabemos bien que no te importa lo suficiente como para que te disguste.

No eres fuerte.
Ni siquiera intentaste ser débil.

¿Cómo puedes llamar espacio a la separación forzada de dos piezas que deben ir juntas?

El bocado insulso

Esto es un error. Podría llegar a lamentarlo, o quizá no. Jamás lo sabré.

Si tan solo hubiera tenido el valor.
Si hubiera estado lo bastante loco.

¿Porqué rayos te fui a buscar con esa estúpida armadura? Es demasiado fácil ensillar excusas. Fui demasiado descortés al presentarme en otra forma que no fuera la mía.

Nunca es tarde.
Es lo que dicen los ilusos.
Quienes al igual que yo confiamos en un reloj liciado. Incapaz de avanzar. Inútil.

No debí haberme burlado de esa forma.
Para ser un dragón fuiste demasiado magnánimo cariño. Muchos seres inferiores no lo hubieran tolerado.

Lamento que haya sido en vano.
La armadura. La virtud. Todo.

¿Porqué no me destruiste?
Eres tan superior a mí.
Siempre admiraré tu grandeza.

Aunque ya no sea digno.
Hasta los dioses pierden la paciencia.

Morir en tu boca sería un privilegio.
Desaparecer. Consumido por tu aliento.
Libertad. Sosiego. Calidez.

Lamento haber sido el bocado insulso.