23 ene 2014

En otra vida le conocí, ella era una criatura muy singular. Pero nunca quise permitir que existiera demasiada cercanía entre nosotros, por el bien de ambos. A pesar de su fascinante naturaleza, haciendo un esfuerzo por ignorar su admirable identidad y negando el interés natural hacia su cautivadora forma fue posible que los límites universales que nos separaban permanecieran intactos, pues no me atreví a ser un intruso en su perfecto mundo. Me pregunto cuántos héroes habrán tratado de reclamar el trofeo que por mi falsa modestia dejé pasar... aunque la verdad, pensándolo bien no tengo derecho a conocer esa información.
Por las noches me pregunto si soy el único que cierra los ojos para recuperar lo que ha perdido... Si habrá alguien de este universo, o de cualquier otro universo que atesore algún desgastado y borroso recuerdo mío. Aunque me aterra pensar en el tipo de recuerdos que habré dejado en esa persona, si es que existe.