13 feb 2015

Juegos Infantiles

Siempre es un placer conocerte por primera vez. Otra vez.

Pues, de todos los reencuentros, el más grato sin duda, es aquel que celebramos con un desconocido. 

Que no te engañe la envejecida textura de estos cuerpos nuestros.
Siempre seremos un par de niños perdidos abrumados por la inmemsidad del jardín de juegos.

Tus ojos te delatan.
Mis sentidos me engañan.

Entre tanto, Tú comenzaste un juego de escondillas en el que no querías que nadie llevara la cuenta, y está bien, cada quien juega con sus propias reglas. 

Pero el árbol quiso llevar la cuenta por los dos, y solitario murió allí de pie donde lo dejamos. 

A veces, como el tonto árbol aquel me engaño creyendo que jugaremos otra vez.