22 mar 2014

A veces cuando duermo siento el aliento cálido del infierno susurrando mi nombre.
Y confieso que por momentos se me hace difícil ignorar su llamada.
Confieso que se me hace difícil responder ese llamado.

Silencio Casi Cómodo

A veces no puedo confiar en mis palabras.

Por eso, mi refugio ha sido el silencio.

La música es mi guardaespaldas.

Si tan solo pudiera leer las señales con un poco más de claridad.
Si mis oídos fueran lo bastante agudos para escuchar las palabras ocultas en los susurros del viento...

Si pudiera perderme en un rumbo definido.
Si fuera lo bastante fuerte para no tener que vestir de armadura.

Si estuviera lo bastante cómodo para vivir sin murallas.
Si tuviera pulmones libres para inhalar una profunda bocanada de vida.