29 abr 2015

Nunca es Tarde...

Hace tanto que no escribo.
Que no siento las palabras.

No sabes cuánto me desagrada hacer algo que no siento. Algo en lo que no creo.

Es de lo más deshonesto.
Soy una farsa... talvez.

Sin propósito, ni significado, incapaz de celebrar mis miserables logros obligatorios. He olvidado ya cómo lamentar mis espontáneos y habituales fracasos.

Garabato. Caricatura.
Vestigio. Despojo.

Me traicioné. Te dejé abandonada cuando me esperaste. Con el alma en una botella y la tinta empañando mis ojos.

He existido más tiempo del que debería haber vivido. Creo que es hora de hacer un alto en el camino. Hasta nuevo aviso, hasta que logre recuperar el reloj que permití que me robaras.