6 oct 2015

Maldita sea...

Quizá te preguntes por qué razón te he reunido con tus otras formas.

Imposible. Soy un verdadero idiota.
No hay nadie más aquí.
Solo paredes.

Inconmesurable. Inexistente.

No basta con entenderte.
Ya no tiene caso.
Me tardé una eternidad.

Es mejor que esta vez sea yo quien se desvanezca. Olvidar. Todo.
Superarte. Superarme.

Es imposible.

Soy un tarado.

Masoquista.

Maldita sea.

Debería buscarte mientras tengas mi reloj, pero no estoy presentable.
Maldita sea. No existo.

Escondido bajo la cama, tembloroso como el niño asustadizo que soy.

Maldita sea.

Es mejor si desaparezco.
Maldita sea.

Una vida o dos.
Por un parpadeo.

Maldita sea. Maldita sea.
Ya no tiene caso.

Por una grieta de tus tempestuosos aposentos. Clandestino. Por una fisura en el impermeable.

Por el drenaje.
Volver.

Por el gatillo.
Ahora o nunca.

Maldita sea.
Maldita sea.

Ya debería haber aprendido mi lección. No tengo razones para volver.

Tú tampoco.

Maldita sea...