18 abr 2015

Combustión Espontánea

Ver mi vida pasar. Evaporarse.
Condensada en un rayo de sol.
Lo dicho y lo callado.
Lo que hice. Lo que debí hacer.
Todo. En un instante.

La luz revela y materializa el estado real de mi alma.
La realidad desaparece y me quedo a solas con mi alma en medio de una oscuridad momentánea, histórica. Decisiva.

Y pensar que eventualmente deberé de pedir disculpas. Por lo que soy. Lo que siento. Lo que hice. Lo que pude haber hecho. Lo que ya no es.

Déjà Vécu

No te ofrezco mucho, tampoco mal interpretes mi propuesta.
Bien sabido es que rechazas aquello que conoces demasiado bien.
Te aburres fácilmente, contigo mismo y con los otros.
Es natural.
Comparto tu vista, aunque no tenga tus ojos.
Insulsa es la felicidad sedentaria, que no es capaz de lograr algo mayor a sí misma.
No hace otra cosa más que estorbar. 

La luna nos mira y se pregunta si somos cangrejos, satélites... o pendejos.
Posiblemente un poco de todas.
Nada ha cambiado.
La historia no deja de repetirse.

Y a pesar de todo, sigo creyendo... pamplinas.
La ruleta siempre se va a seguir deteniendo en el mismo punto.
Es tan obvio que siento como si ya todo esto hubiera pasado antes.