15 abr 2015

Per Aspera Ad Astra

Naces fuera de una burbuja, eso es lo normal. Eso te han hecho creer.

Es difícil saber por dónde empezar cuando no tienes idea de lo que buscas, de lo que quieres. De lo que eres.

Delirio es el intelecto.
La inocencia, una enfermedad.

Hay cosas que no logro comprender del todo, como la alegría. El amor. La brisa.
El mar. El trueno. Tú.
Por momentos, ni siquiera Yo tengo sentido. Como péndulo que oscila indiferente a la lentitud incansable del reloj. 

Ojalá todo fuera diferente.
Yo. Ellos. Tú.
El mundo podría ser un lugar mejor. Tenemos el poder.

Ignoro cuántas vidas nos queden, cuántos errores más podamos cometer. Me pregunto si en algún punto la espiral se desintegrará por completo. ¿Quién de nosotros quedará fuera por siempre?

Puedes llamarme loco, pero ya sé la respuesta. Siempre la he sabido, al igual que Tú. Algunos lo llaman paradoja, otros predestinación.

No es más que una primitiva e infalible certeza que violenta cada una de las leyes divinas y terrenales. La premonición que nos mantiene avanzando. Cambiante. Reincidente.

Nuestra historia es así. Maqueta de la evolución del universo.

Orbitando, algunas veces más cercanos que otras.
Pase lo que pase, jamás colisionaremos. 
Distantes e inseparables, como satélite y Planeta.