Hace 5 minutos conocí un ángel.
Su túnica andrajosa recogía la inmundicia de la ciudad.
Me miró a los ojos y dijo que fuimos creados el mismo día.
Hace 5 minutos conocí un ángel.
Su llanto enjuagaba el miserable asfalto.
Sus alas marchitas eran algo difícil de ver.
Hace 5 minutos conocí un ángel.
Me miró a los ojos y me dijo que tuviera fe en lo desconocido.
No cortes tus plumas.
Fuimos creados el mismo día.
Ten fe en lo desconocido y volarás.
Hace 5 minutos conocí un ángel.
Su espíritu ya no cabe en el cielo.