11 may 2015

Retrospección

Nací en el siglo equivocado. Lo sé. No me cabe ninguna duda. Simplemente lo sé.

A menudo me dicen que vivo en el pasado, que mire lo que está delante... ¡Que persiga el futuro!
¿Cuál futuro? Ya todo está hecho.
La historia está llena de pruebas. El presente es insulso y el futuro no tiene ya nada que ofrecernos.

¿Qué hacemos aquí? No es ningún secreto que nos odiamos, entrañablemente. Es lo que pasa cuando nos reencontramos en cada reencarnación, recordamos todas las vidas que hemos pasado, y las venideras. Recordamos todo. Recordamos demasiado.

Si tan solo pudiéramos olvidar un poco. Olvidarnos a nosotros mismos. De la historia. Si cada vida fuera un nuevo comienzo. Sería más sencillo.

Extraño las grandes embarcaciones. Las guerras. Las expediciones que daban forma al mundo.  La gloria.

Extraño los botes de remo. Las caminatas por el parque. Tu sonrisa indeleble.

Extraño cada pequeño detalle que dejamos atrás por culpa del maldito progreso. Los sueños. Las lágrimas. La amistad.