6 ene 2015

Salmo Contemporáneo

Una jaula puede ser un balcón.
¡Triste bienaventuranza la de las aves!

Desde el día en que las cavernas necesitaron lentes el mundo se fue al fozo, ¡Que lo digan los bosques!

Gracias a la locura del progreso hasta los árboles padecen cautiverio.

Soy un peregrino en mi propia tierra, prisionero sin celda.

Ciego a ojos abiertos, sordo juglar.

Profeta mudo.

Héroe sin causa ni gloria.

Soy bastardo heredero.

La espiga que se perdió entre mil agujas.

Espejo.

Fragmento.

La mentira más sincera.

Lujuria virgen.

Calendario del pasado.

Agenda en blanco.

Y mientras la fantasía de vivir pasa fugaz frente a mí, permanezco acurrucado mirando las velas del valle por entre los barrotes de mi jaula balcón.