28 feb 2015

Dignidad y Bajeza

El otro día te vi pasar. Quise convencerme de que no eras tú. Aunque en el fondo sé muy bien que sos omnisciente.

Ayer me viste pasar, ambos sabíamos que me confundiste con algún otro yo.

Confieso que admiro tu dignidad. Por desgracia no soy tan fuerte como usted.

Hoy te vi pasar.
Sabía que no eras tú, pero fingí que te ignoraba.
Como el adicto irremediable que finge desconocer las jeringas para guardar las apariencias.

La próxima vez que me encuentre con alguna otra de tus manifestaciones, seré el primero en saludar.

Da igual que no seas vos.

De cualquier forma no me reconocerías.

13 feb 2015

Juegos Infantiles

Siempre es un placer conocerte por primera vez. Otra vez.

Pues, de todos los reencuentros, el más grato sin duda, es aquel que celebramos con un desconocido. 

Que no te engañe la envejecida textura de estos cuerpos nuestros.
Siempre seremos un par de niños perdidos abrumados por la inmemsidad del jardín de juegos.

Tus ojos te delatan.
Mis sentidos me engañan.

Entre tanto, Tú comenzaste un juego de escondillas en el que no querías que nadie llevara la cuenta, y está bien, cada quien juega con sus propias reglas. 

Pero el árbol quiso llevar la cuenta por los dos, y solitario murió allí de pie donde lo dejamos. 

A veces, como el tonto árbol aquel me engaño creyendo que jugaremos otra vez.

10 feb 2015

Fronemobia

No me falta disciplina.
Por el contrario.
Simplemente soy imperfeccionista.

No me falta determinación.
Solo tengo una gran devoción por las leyes naturales del caos y la inercia.

Prefiero no interferir en lo que no me incumbe. Mi vida, naturalmente, no me incumbe.

Es más divertido ver cómo se fabrica mi destino, un instante a la vez.

Los intrusos me dicen que Yo podría hacer una diferencia.
Pero farfullan sin saber.

Es más fácil que la diferencia me haga a mí.

Es mejor.

Cuando caigas, cariño... entenderás...

3 feb 2015

No importa cuántas millas camine, nunca podré alejarme lo suficiente.
Qué bueno que el viento borra mis huellas.