30 ene 2014

En el pasado era difícil admitirlo, y aunque ahora es un poco tarde, confieso que he obtenido la libertad suficiente para decir que eres un ser que me causa curiosidad. Curiosidad que limita. Curiosidad estúpida, como la de un párbulo ingenuo. He perdido la cuenta de cuantas veces te he conocido, a pesar de que nunca necesitaste conocerme en realidad. La escuela cerró hace horas, ya no nos queda nada que podamos aprender. Ahora solo arrojamos avioncitos de papel sin rumbo ni destino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario