31 ene 2014

Ya te lo dije, pero si quieres... te lo repito. Por última vez. Otra vez. Ha sido muy difícil encontrarte mientras vagaba sin buscarte. Es importante que entiendas esto... quizás sea la última oportunidad que tengas para perderme. No te equivoques. Llévame a ese lugar donde nadie nunca ha llegado. Ese lugar de paz abrumadora que es temido por aquellos que nunca han tenido la dicha de saborear la felicidad. Llévame al pacífico rincón en medio del ojo de tu huracán. Ese apartado y sereno refugio etéreo. Indestructible muralla de serena turbulencia que desgarrará mi alma para que yo pase a ser una parte de ti. Aunque no me sientas, ahí estaré. En lo más recóndito. Esparcido. Integrado. Como debe ser. Diluido entre goteras nostálgicas que pacientemente deterioran las paredes de tu insalubre habitación. Te suplico que me lleves a ese sagrado lugar de donde jamás podré volver.

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